Nos acusan de muchas cosas.Probablemente ubicadxs, temporalmente, en algún extraño lugar de la despreciable ciudad de Lima: danzando incontrolablemente debajo de la luna, intentando respirar mientras cavamos túneles entre las paredes grises de los centros de domesticación, caminando de manera extravagante, o esperando la visita del sol para coquetearle galantemente. Nosotros tampoco lo sabemos. Hemos decidido ponerlo todo en duda.