Yo pongo el vino y las copas y tú te quitas la ropa. Desconecta el móvil, qué tonterÃa. Si alguien pregunta, di que no tenÃas baterÃa. Simplemente, vamos. Que el amor no tiene amos, tengo el corazón en un puño y las flores en un ramo. Tu cuerpo es mi reclamo; tu sujetador, un damero maldito. QuÃtatelo tú o verás como te lo quito sin las manos. Hueles a anticipación y a humedad, las luces encendidas, no nos gusta la oscuridad. Lo siguiente no lo cuento, tengo un buen pretexto: me callo porque sé que hay niños escuchando esto. Y después de... , tenÃa sueño pero fui a por agua porque mi dueña tenÃa sed. Hay que ver lo que un buen polvo reseca la boca, hay que verla después de hacer que se vuelva loca. Volvà con el vaso y bebió poco, sus pupilas deslumbraban como focos. Me miró, sonrió y separó las piernas, yo llevo el timón, ella gobierna."[email protected]"