Lein

Cuando 5 personas se juntan a crear algo de música pueden suscitarse distintos resultados: Uno de ellos puede ser producto de un grupo de personas que tienen muy claro el estilo de música en el que quieren circunscribirse y como prestidigitadores administran cuerdas platos y paños en una sola y predestinada dirección. esto es precisamente lo que NO es Lein. Mas bien lo inverso, lo otro, lo contrario y no su opuesto; una banda como Lein, su sonido, su propuesta sónica no sólo de crear intensidades sino también texturas, no son efectos sorteados y concebidos de la programación, sino precisamente del no saber para dónde se va. La combinación que representa Lein sólo puede darse, alzarse desde la incertidumbre. Así, podríamos decir que 5 personas que se juntan a tocar sin tener idea de lo que quieren hacer, esto es, sin tener claro el estilo, la "escena", término tan manoseado que parece paño de loza, pueden llegar a hacer, musicalmente, lo que sea, sin ningún prejuicio, sin ningún reparo. Algo sí en Lein esta claro: "Lo que sea que hagamos, que sea distinto al resto". Al fantasma de esa frase que gravita en los intersticios de la música de comienzos de tercer milenio, esa que dice: "no hay nada nuevo, todo esta ya hecho", replicamos que no hay ninguna alambrada que nos impida crear, buscar, explorar y combinar para hacer algo diferente. Lein pertenece a un gran número de bandas que piensan de esta manera, una infinita minoría de mentes y oídos infectados y liberados de cualquier filtro, de cualquier atadura.