En 1998 conocà a Esteban en Buenos Aires. En aquel entonces compartimos un grupo que no llegó al directo, pero que sirvió para entablar una de esas relaciones que valen la pena. Tiempo después partà a Barcelona, y desde la distancia continuamos intercambiando nuestros trabajos, él escribiendo y yo con las canciones. Asà terminé acudiendo a sus poemas, en esos momentos en los que la voz de otro despeja el camino. Pienso que estas canciones las hice gracias a eso, en su justo tiempo. Le agradezco la confianza que tuvo en mà al darme total libertad de acción sobre sus poemas. Ahora está aquà una parte del resultado, y aún hay mas..
G.P.--------------------------------------------------------
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Vi por primera vez a Gustavo en una sala de ensayo con un batero, nos saludamos y enchufamos y yo hice cualquier cosa con sus temas con un bajo prestado, además nunca habÃa tocado el bajo. Ellos se miraban como diciendo que no iba a funcionar de ninguna manera. Después empezamos a tocar una por una las canciones a bajo y guitarra, que escuchándolas asà de interior, con esa voz tango y rock, me atraÃan de forma magnética. Un dÃa apareció Francisco Carosi, uno de esos violeros que aparecen muy de vez en cuando, pero tocando la baterÃa. Las canciones estaban sonando perfectamente y con una deformidad encantadora, entonces deshicimos todo sin llegar a tocar en vivo, dejando de caminar por Núñez cuando llegábamos y nos Ãbamos. Tiempo después Gustavo se fue a Barcelona y comenzamos una correspondencia y un intercambio de poemas, canciones, las cosas de la amistad, y asà me mostró un dÃa estos temas con reescrituras de unos poemas que le habÃa mandado. Lo que hizo con los poemas, es decir, lo que son ahora las letras de estas canciones, le pertenece y le dan a esas lÃneas un relieve mayor, propio de un trabajo de reescritura, que amplifica y distorsiona las voces. En conjunto, con la música, ante todo con la voz y las guitarras, tengo la impresión de que las lÃneas se volvieron mucho más vivas y dramáticas que antes, que adquirieron masa corporal y nervios, y un brillo y una oscuridad nuevos y para mà insospechados. Las canciones desde el primer momento en que las escuché me volvieron a traer esa extrañeza que ya me atraÃa de aquellos primeros temas y el gusto por esos fraseos y distorsiones volvieron a embrujarme como esos cantores que ponen la voz al frente.
E.B.--------------------------------------------------------
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