FABIO SOTO ^\

FABIO SOTO, cantautor, hacedor de canciones, escritor y fastidioso argentino, nació en Buenos Aires un 5 de enero. Todas la bandas que integró resultaron ser una cagada estructural y comercialmente, por lo que no le queda otra que decir que su punto fuerte es el de trovador. Sin embargo, impulsado por las canciones que él mismo impulsa, actualmente comanda la banda "A veces dios no quiere", de dudoso porvenir y categorización, integrada además por un talentoso baterista y un vaguito con oído. Detesta las funciones de liderazgo a las que su rol de compositor lo condenan, porque no le interesa arriar gente como un buey que se cree Alejandro Magno. Su frase del momento es "No soy indie, prefiero ser indio", para dejar en claro que si bien se autogestiona, llegado el caso de que alguien le ofreciera una casa y mucha plata a cambio de su albedrío, sería capaz de hacer canciones mas jodidas que las del mismísimo Arjona. Desea aclarar que por lo contratos que las grandes y medias discográficas ofrecen a las bandas de rrruock, la cuales son remuneradas literalmente con aire (tv) durante un par de años y luego despedidas, no sería capaz de modificar una nota de sus canciones ni un ápice de sus letras. Considera que la armonía es el centro de la música y que la generosidad es la armonía trasladada a la vida cotidiana. Admira a las personas generosas por naturaleza o idiosincrasia, aunque prefiere a los animales, en particular a los felinos. Casado en primeras nupcias con D, avisa que así está bien y que no quiere que lo jodan en ese aspecto. FABIO SOTO sostiene que el rock nacional como movimiento social popular preponderante murió, y que fue reemplazado por una sub gerencia de rock latino que responde a la gerencia con sede en México, que a su vez reporta a sus superiores anglosajones. Por ende, "ahora que el rock nacional murió, solo nos queda rockear", arenga. Este cibernómade, mas que cibernauta, también desea hacer saber a la población que comparte la teoría a favor de la canción concebida priorizando la música. Si, la mejor canción es la que sale "toda junta", letra y música a la misma vez, y si no, lo mejor es crear primero la melodía y después pensar lo suficiente una letra que se acople a esa estructura y no al revés, porque si se escribe primero un relato y sobre el mismo se compone una melodía, hay un 99% de probabilidades de que la canción sea aburrida (salvo que el autor sea un genio, en ese caso no debería dedicarse al rock ni al pop); o si se tiene una melodía simple con un fraseo por ejemplo para cuatro sílabas y se le anexa una oración de 5 ó 6, el resultado será una canción deforme. Para priorizar la libertad literaria están la prosa y la narrativa, donde la fonética funciona como una melodía secundaria. Al hacer música, resulta obvio darse cuenta cuales son las prioridades. Y las letras no son un relleno de empanada, hay que esforzarse por darles el valor suficiente como para que no empobrezcan a la canción. FABIO SOTO no persigue la fama y le chupa un huevo la aceptación popular, prefiere el reconocimiento personalizado a su labor, ya que opina que la mayoría nunca tiene la razón. Celebra la existencia de este tipo de canales de difusión en especial porque son gratuitos y porque permiten que los músicos estén "juntos pero separados", lo cual es muy bueno porque dice que "si juntás diez músicos en una habitación se ponen tan insoportables que hay que doparlos a todos". Le tiene miedo a los floggers y fobia a la gente que se considera fea; además ignora a los que se creen muy lindos. En estos momentos está grabando en casa un disco cuyo adelanto es el tema "Whisky", con herramientas digitales primitivas y exacerbada pasión.