....... «En algún apartado rincón del universo, derramado centelleante en un sinnúmero de sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más arrogante y mendaz de la historia universal, pero, con todo, un minuto tan sólo. Tras haber la Naturaleza alentado unas pocas veces, se congeló el astro, y los animales inteligentes tuvieron que morir. Y fue en buena hora: pues aunque ellos se pavonearan de haber conocido ya muchas cosas, sin embargo, finalmente habÃan acabado por descubrir, para gran decepción suya, que todo habÃanlo conocido erróneamente. Murieron y maldijeron la verdad al morir. Tal fue la Ãndole de estos animales desesperados que hubieron inventado el conocimiento». .............