Fernando Castro es un artista diferente. Sevillano de 25 años, autodidacta cuando compone y canta sentado ante el piano, alguna vez pensó en ser sacerdote pero acabó siendo militar en la banda del regimiento Soria 9, el más antiguo de Europa, el del capitán Alatriste. La muerte de su madre en 2003 significó un durÃsimo golpe para Fernando, que se refugió en la música, en unas canciones que hoy se publican en su primer álbum. Es el debut de un artista de especial sensibilidad, sureño y sentimental, que busca en su vida la inspiración para su obra.
Cuando se habla con Fernando Castro da la sensación de que necesita expulsar sus dolores vitales para poder superarlos. Y en esta terapia no se corta y la extiende a sus canciones, a sus letras. “Ãfrica, tu nombre suena a poesÃa, a luna clara y a luz del dÃa. Tú eres la luz que ilumina mi caminarâ€. Es el comienzo de Ãfrica, la canción que da tÃtulo al primer single del álbum, dedicada a su madre que falleció el 6 de marzo de 2003. “Es el dÃa clave de mi vidaâ€, dice. “Tras su muerte me aferré al piano, éramos uno. Aquel dÃa corrà al Bar Latino y comenzé a tocar, cantando una letra sin definir, preguntando a Dios por qué se la habÃa llevado. Allà nació Ãfricaâ€.
“Fernando Castro†da titulo a un álbum que aparecerá en septiembre de 2007 y que significa el debut de Fernando Castro, sevillano nacido en el barrio del Porvenir el 8 de abril de 1982. , dice. “Cuando era niño, fui monaguillo en la iglesia de La Paz. Allà comencé a tocar el armonio y se me desarrolló el oÃdo al intentar transportar mis canciones. Fue mi primer contacto con la músicaâ€. Al mismo tiempo, Fernando escuchaba y admiraba a Raphael, Tijeritas, Paco Toronjo, Triana, Los Módulos, la música de la Semana Santa de Sevilla, Antonio Molina, Rafael Farina, Medina Azahara... “¿Has escuchado Córdoba de Medina Azahara? Ahà también está Ãfrica†dice, antes de seguir buceando en su vida.
“A los 18 años ingresé en el ejército y lo combiné con la música. Tocaba en la banda militar del regimiento Soria 9, un emblema de la Semana Santa de Sevilla, y seguÃa componiendo mis cancionesâ€. Pero cuando apenas tenÃa 21 años falleció su madre, y la vida dió un vuelco. Se recluyó en la música y afinó su talento como compositor mientras cantaba en los locales mas populares de Sevilla. “Para sorpresa mÃa, se llenaban todas las noches. Vendà miles de maquetas con mis cancionesâ€, dice Fernando Castro. “Comencé a valorarmeâ€. Porque Fernando Castro nunca se ha dado demasiada importancia. “Antes no tenÃa fe en mÃâ€, afirma. “Me preguntaba: ¿por qué gustan mis canciones? Poco a poco cogà confianza. Toco el piano, canto, compongo, nadie me ha enseñado y llego a la gente. No puedo pedir másâ€.
Y continúa hablando de sus canciones: “Todas son experiencias reales. Soy romántico, melancólico y busco el lado sentimental, aunque tampoco me creo un angelito. Escribiré siempre sobre las cosas que pasan y que no deben pasarâ€.
Y Fernando Castro acepta el reto de expresar con una palabra el primer sentimiento que aparece cuando se recorren los tÃtulos de las canciones del álbum. Perdóname (“Dolorâ€), Intenté todo (“Soñarâ€), El ángel (“Atormentadoâ€), A saco (“Sinvergüenzaâ€), Vivir sin vida (“No llorarâ€), Ãfrica (“¿Dónde estás?â€), Entre el sol y la luna (“Amorâ€), El ayer (“Los fantasmasâ€), Carita morena (“Romper las barrerasâ€), Hijo del agobio (“Aireâ€), A MarÃa (“Sentirâ€) y Sones de flamenco (“Fusiónâ€). Además de estas 12 canciones, el álbum contiene dos versiones acústicas de Ãfrica y El ángel, sólo con Fernando a piano y voz. “Soy el niño del piano solo. Asà lleguéâ€, dice. “El piano y yo somos dos almas que intentan conocerse dÃa a dÃa y tienen por delante un camino juntos. Ãfrica llora con sus notasâ€.
El álbum está producido por el tándem formado por Bob Benozzo (Ãfrica, A MarÃa, Carita morena, Entre el sol y la luna y El ángel) y José Ramón Florez (Perdóname, Intenté todo, A saco, Vivir sin vida, El ayer, Hijo del agobio y Sones de flamenco). “La compañÃa de discos ha tenido alma conmigo durante la grabación porque algunas canciones producidas en Milán por Bob Benozzo no habÃan cogido la onda que me gustaba. Y llamamos a José Ramón Florez que aportó ideas diferentes y más modernas, manteniendo mi raÃz de flamenco. Pero estoy encantado con el trabajo de los dos. Ãfrica, su primer single, está producida por Bob y no se puede sentir mejorâ€.
Y se detiene en su primera experiencia en un buen estudio de grabación compartiendo ideas, trabajando mano a mano con productores y músicos, sacando lo mejor de sus canciones. “Lo primero que he hecho es darme a conocer como persona, ser transparenteâ€, dice. “No soy un número ni un producto y no soporto la hipocresÃa. AsÃ, se me ha respetado, se ha contado conmigo, se ha escuchado mi opinión en los mÃnimos detalles. Y escuchar ahora el disco me da hasta vergüenza, me siento desnudo. Guardo los mejores recuerdos de Bob, de José Ramón, de esas guitarras de Niño Josele... Todos me han ayudado a conocerme mejorâ€.
“Sólo sé que que alguna vez te veré en el cielo, allá donde bailan los gitanos bajo los sones de un pianito flamencoâ€, dice la letra de la “Africa†evocando a su madre, siempre presente. “Cuando murió, los seis hermanos nos quedamos con tita Carmen, que rondaba los 80 años. Falleció hace poco y me salió una canción: Hay una rosa en mi casa que de negro va vestida. Era mi segunda madreâ€. Y termina dibujando un sueño: “Espero llegar al corazón de todos, agradecer que la gente se identifique, desnudar con mis canciones. Que sean un grito de esperanzaâ€. “Fernando Castro†es el debut de un artista inspirado, diferente y de especial sensibilidad. Asà son las canciones de Fernando Castro. Pura vida.