Forasteros

Supongamos que las emociones y sensaciones son lugares como un mundo gigante y mientras las experimentamos vamos de viaje como un “Forastero” que anda de tierra en tierra. Realmente todos somos “Forasteros” cuando vamos del terreno de la alegría al del llanto; de la sobriedad a la embriagues; del amor al odio; del sueño a despertar; de la furia a la sonrisa; cuando por algún empuje vamos a volar; cuando lloramos; cuando reímos; cuando despertamos después de andar en ese mundo de superioridad; de todo sentimiento y/o sensación. Es en si la disponibilidad de sentir que como seres tenemos, y como el camaleón cambia de color nosotros cambiamos de sentir, volviéndonos viajeros impulsados por el motor del corazón y la mente.