poeta ambulante

Había caminado ya mucho esa mañana, no es que no me guste hacerlo, pero el calor era sofocante, estaba cansado pero caminaba. Y fue ahí donde la encontré, o tal vez me encontró. Intentare contar el relato lo mas apegado a la realidad sin buscar alterar ningún hecho, pero lamentablemente la memoria no es tan buena como uno quisiera y quizás sin premeditarlo ya habré agregado alguna cosa al mismo, o por decisión negligente omitir algún dato importante. Daré pues comienzo.La incesante luz del sol me obligo a buscar refugio, el cual encontré debajo de un gran árbol que justamente como aquellos pequeños milagros de la vida estaba junto a una banca, y ahí estaba ella. Me senté sin prestar atención a lo que hacia o al menos eso creí, ya que aun hoy después de tanto tiempo puedo decir con exactitud que leía algo de Borges, el libro de arena le dije, me encanta, enfatice. Ella sonrió sin dar importancia a mi comentario. Tome entonces de mi bolsa un aparato reproductor de música, que me desconectaría del mundo como tantas veces para perderme en los universos bowiescos donde seres androginos salvan a la tierra con la música como arma!, fue entonces cuando ella volteo. Ese día tenía una cita importante de trabajo, traía puesto un traje a pesar del calor, y un sombrero de corte gangster para darle el touché, no soy una persona observadora o al menos intento no serlo, pero desde un inicio se me hizo extraño que ella llevara puesto un vestido largo y presumiblemente corsé. Ella volteo, que es eso que llevas en la mano pregunto, es mi reproductor de música es el de la manzanita, le conteste, reproductor?, eres acaso un hechicero o un alquimista?, para nada, solo soy un hombre que busca empleo y que hoy tuvo mala suerte(ahora me doy cuenta que tuve mucha), es que jamás había visto algo similar, es raro pero no imposible. Platicamos de trivialidades le dije algunos cumplidos ninguno forzado era adorable. Me dijo que se tenia que ir, le pregunte si la volvería a ver, me dijo que si, que ella venia siempre al parque a leer a medio día, le di una de mis tarjetas y me sonrió, que son esos números que es un teléfono? me pregunto, por un momento creí que todo lo que me había dicho eran metáforas de la realidad ahora lo entiendo, ahora puedo verlo claramente. Me temo que no podré verte mañana, por que replico ella, nos separan varios siglos de distancia, ella sonrió pareció no comprender y se marcho, antes de perderla de vista volteo y me mando un beso. No volví a esa banca en mi vida, las coincidencias en el tiempo no son para mí. ..
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