El arlekin

El arlekin es ese individuo indidualista que, con sus palabras, hace malabares para los ojos genuinos. Yo soy un arlequin, el rey del antifaz. El que, para cada ocasion, siempre tiene palabras que no son identicas. Todos los dias bailo circularmente alrededor de la fogata estetica, festejando mi rito pagano. No sé por qué y para qué muestro mi danza macabra. Debe ser porque soy un arlequin, un juglar de las palabras. Suelo andar por senderos acompañado con mi lira. En ella interpreto relatos, canciones y mentiras. Pero tambien, muchas verdades que muchas veces no se oyen porque muchos tontos se tapan con algodon sus oidos. (vos) Mi vestimenta es colorinche, nada que ver con la de los demas. En algo me tengo que diferenciar porque la metamorfosis social, la adaptacion vacia, es algo que tenemos todos, solo que yo, la pude discriminar. El pendulo del diccionario, que retumba entre dos maniaticos pomulos, repele una verdad... una mentira... una verdad... una mentira. En el aire habita el intoxicado lexico que, junto al sonido de los violines, dá la orquesta esperada. Como un desgraciado pordiosero necesito de ellos sus sentidos, su opinion y sus cumplidos para... no ser un vulgar egoista, sino abrazar la infinita vanidad. Esa que me llena y me vacia y le pone ladrillos a la pared de mis sueños. Mis nubes van penetrando aros circulares de fuego, el circo aplaude pero no entiende. Los elefantes no se acuerdan de mi, los niños regocijan el júbilo y el papel picado entra en escena con los payasos y su juego. Se ven los colores de las notas de mi flauta. Es un agudo silbido que se escucha a kilometros, llama a los Nada, a los Nadie y a los No-Ser para darles un falaz espectaculo vivaz, y si alguno llega a ver lo que la careta esconde, el arlekin no tiene problema, saca de su morral otro antifaz.