About Me
Y llegó un dÃa en el que Malkav, vidente
De CaÃn, dejó de tener visiones.
Sus ojos se oscurecieron y nunca más
Pudo leer el destino.
Ni siquiera su compañero, el noble
Saulot, pudo consolarlo.
La duda lo consumió y abandonó Enoch.
Abandonó a sus hermanos y hermanas.
Abandonó la ciudad de su padre y partió
En busca de CaÃn.
Durante muchas noches, estuvo solo.
No se alimentaba porque debÃa saber el
Porqué.
Los dÃas transcurrÃan sin descanso para él,
Porque ya no veÃa ángeles;
Su duda le cegaba, su existencia era una
Celda.
Le pidió a Él, que le guiara ahÃ, como habÃa
Hecho antes CaÃn,
Sacrificó lo mas preciado que tenÃa: Su
Visión.
Asà fue como Malkav, ciego, encontró a
CaÃn.
A la sombra de un sicómoro, Malkav le
Habló a su padre,
Porque Dios ya no hablaba con él.
Aquella noche, Malkav le formuló una
Simple pregunta a CaÃn,
Una pregunta cuya respuesta necesitaba
Para entender mejor su maldición,
Y Su silencio.
Malkav la preguntó a CaÃn: "¿Por qué?"
"¿Por qué vertiste la sangre de tu herma-
no en la arena?".
"¿Por qué te arrojaste a la oscuridad?"
"¿Por qué renunciaste al perdón cuando
se te ofreció?"
"¿Por qué nos condenaste a nosotros, a
nuestros hijos y a los hijos de nuestros
hijos a traicionarnos mutuamente hasta la
Última Noche?"
"¿Por qué estabas ciego para el amor de
Dios y el de tu hermano?"
Y con cada pregunta crecÃa y se intensifi-
Caba la ira de CaÃn.
No por la falta de respeto de Malkav o
Por sus dudas acerca de él,
Progenitor de la Raza, Dios y Padre de
Todos ellos,
Sino porque el propio CaÃn no tenÃa res-
Puesta.
En el rostro de Malkav, CaÃn vio a Abel y
No pudo hablar.
Ya no lo recordaba:
El amor que le habÃa condenado a la oscu-
Ridad;
las palabras de Dios antes del destierro;
la voz de su hermano;
lo habÃa olvidado todo.
SabÃa que el misterio perdurarÃa hasta el
Fin del los Tiempos,
Y eso le enfurecÃa.
Entonces CaÃn se dirigió a Malkav:
"No lo sé, Vidente, y tú tampoco lo sabrás,
y al igual que mi hermano me temió, los
tuyos te temerán,
a tus visiones y a tus siguientes preguntas.
Te condeno al silencio,
Al silencio de la locura para que, como
Yo, te pierdas solo en la duda."
Asà fue como Malkav quedó destinado a
La locura, envuelto en la duda,
Y asà aguarda hasta la Gehena para pregun-
Tarle de nuevo a CaÃn: "¿Por qué?"