Eran otros tiempos, otra gente, otra sangre. Hace tiempo creÃa en cosas... pero entonces era joven y cruel. Ahora tiene 18 años: es adulto y cruel. FÃsicamente no es un hombre corpulento, y las ropas que lleva, más grandes de las que le corresponden, acentúan un falso aspecto de fragilidad. Ojos observadores y atentos, facciones afiladas y precisas, y un aire tranquilo y de desinterés por casi todo. Aunque por su apariencia torpe e ingenua pueda parecer desprovisto del menor atractivo, totalmente rancio para las mujeres, debajo acecha eso que ellas llaman gancho y los hombres simpatÃa. ReÃa entre dientes, como un lobo cruel.
Él era un lobo paciente, bien adiestrado, con reflejos e instinto cazador. Un apasionado de la lectura, uno de esos lectores compulsivos que devoran el papel impreso desde la más tierna infancia. Un tipo astuto, paciente, con grandes reflejos y con una memoria prodigiosa, ya que trabaja como mercenario cazador de libros por cuenta ajena. Eso incluye los dedos sucios y el verbo fácil, buenos reflejos, paciencia y mucha suerte. Su clientela era selecta y reducida. TenÃa una risa peculiar, casi entre dientes, una risa atravesada y distante, con algo de insolencia de por medio. También era capaz de sonreÃr como un lobo despiadado y flaco, que podÃa componer uno u otro gesto según lo exigieran las circunstancias.
Al menos, eso es lo que parece ...
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Aquà estoy, recobrando el aliento cual un lobo huraño que, tras el largo acoso, desdeña la pieza capturada. Depredador sin hambre ni pasión, sin estremecimiento ante la carne o la sangre. Sin otro objetivo que la caza en sÃ. Sonriendo con aire cansado. En mi mundo todos los héroes están cansados, y a mà me duele la cabeza. No me gustan los regalos. Una vez unos tipos aceptaron cierto caballo de madera. ArtesanÃa aquea, ponÃa en la etiqueta. Los muy cretinos. DesconfÃo de quien alardea de una patria, una familia o una causa. ¿De qué parte estoy? Estoy de mi parte. Amistad... Los bares y los cementerios están llenos de amigos imprescindibles. Tu amistad no me interesa lo más mÃnimo. Hoy en dÃa es más fiable la lealtad mercenaria, sólida y duradera. ¿No es cierto? El pundonor profesional de quien cumple su contrato aunque el rey que lo empleó haya huÃdo, aunque la batalla esté perdida y aunque no haya salvación posible. En polÃtica, negocios y sexo, traicionar es sólo cuestión de fechas. Quien sólo se interesa por los libros no necesita a nadie. Yo soy un bibliófilo. Nunca serÃa capaz de matar por un libro, ¿o sÃ? Sucede que el diablo es muy astuto. Sucede que no siempre es tan feo como dicen. De dónde vengo, no lo sé. Pero adónde voy, puedo decÃroslo: voy al infierno. Todas hieren. La última mata. DeberÃa estar muerto. DeberÃa de haber muerto ya tantas veces. Se termina acribillado a flechazos en el campo de batalla, escupiéndole sangre a un cielo sin dios.