¿Cómo que no canta, cómo que no baila, cómo nos lo vamos a perder? Cuarenta navajas y noventa estijeras. Tomasito es un valor seguro, fijo. Viviendo en el alambre. Break-dance por bulerÃas, blues, funk, rap, punk, rock and roll, electrónica contrabajo, heavy, hip-hop... SÃ, Tomasito tiene un punto. Ensortijado. Lo que vale un peine. Vamos allá los que se quejan bien por soleá-punk, comiendo tuercas y tornillos. AzÃn zÃ. Dos baterÃas para una seguiriya por bulerÃas y m ucha guitarra, eléctrica y de palo, muchas palmas sordas, bizcas y panorámicas. Santiago sound . Los tacones, cercanos, atravesándolo todo. Tomasito tiene 'Castaña', ton y son. Y dice: “Me he ido a unos estribillos muy populares. Son cosas percusivas, que pegan en mi estilo. A veces saco la metralletaâ€. Torrotroneando de nuevo: “Sobreviviré y allà estaréâ€. El Niño Robot, el Flaquito Flamenco, es el fino del flamenco porque entra por el filo del compás, que eso es lo primero, el compás… y luego meter un gol. Rebuscándose, sacando las armas, olé los aires comprimidos. My hole way. Es el primero que lo ve, lejos de alejarse. 'Torrotrón' es la punta de lanza de toma toma Tomasito, su grito de guerra, toma de tierra, variado en los tres primeros cedés. Después posó para nosotros, y nosotros agradecidos: canijo futbolista en esa “portada para la historia†según una visión del flamenco, cuando menos, diferente. Lo mete en festivales de rock, de world music, lo mete todo, “por flamenco, por rock and roll o por San Petesburgo†. Y dice: “Lo bueno es que un jevi o un punki sepa quién es Pericón†. Por medio, unas bulerÃas rap-rockeras sobre el áspero lenguaje de las aceras y los delirios venenosos de noches febriles, por medio corriente alterna, AC/DC por tangos. No tiene disco nuevo, pero no para. ¿Ahora mismo? Filtra por hip hop el 'Aserejé' en la pelÃcula musical que prepara Ãlvaro Begines , participa en la obra teatral 'La mujer y el pelele', se lo monta con la banda de Chano DomÃnguez , Diego Carrasco y MoraÃto se lo llevan a Francia… y enjareta un inaudito proyecto junto a Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno y Los Delinqüentes . Por medio, las canciones nuevas para un disco nuevo, que ya le toca. Coleta y coletilla, a su manera. Y dice: “Cuando quiera vender, me pongo una coleta y acheverelerele... pero yo tengo mi estilo y mi historia†. Que empieza con ese monaguillo que, como se sabÃa de la misa más de la mitad, la metió por bulerÃas. No es hipérbole, es el flamenco esquizofrénico del siglo XXI. Lagartijo jerezano, gitano del barrio de Santiago, comenzó bailando, admirando a Michael Jackson y tuvo su puesta de largo llevándose premio en la Fiesta de la BulerÃa de Jerez. Lo ve y lo lleva en 1984 a Madrid, a Los Canasteros, Diego Carrasco, gurú de lo jondo y la gracia a compás. Tomasito, nacido Tomás Moreno Romero en 1969, se transforma en El Niño Robot al ponerse las pilas y erre que erre, en su paÃs multicolor, sabe que no saldrá otro como él, que en directo es un número, es Mr. Proper rapeado por tangos, es Mr. Kravitz a las bulerÃas funkerizadas, es don Bambino de perfil, es maestro de una “gomosa y libérrima†escuela de baile, matizada en fiestas d esde que Lola Flores decÃa aquello de “¡Llamad a TomasÃn pa que nos arregle el cuerpo y nos dé gloria bendita...!†. Al entrar los 90 Tomasito era inseparable de Antonio de los RÃos , de sobrenombre el Madriles por su acento de Mallorca (compuso para Tomasito las canciones que le dieron a conocer, se hizo de oro al imaginar 'Noches de bohemia' y hoy el Madriles ha vuelto al lado de Tomasito y le toca en directo). Después, para abrir 'Castaña', la joya de 'Resaca', uno de los mejores medios tiempos-tangos que se han grabado, aunque lleve la firma de un cubano, Kelvis Ochoa , de Habana Abierta. Un disco por trienio. A Tomasito no le duelen prendas; artista de largo recorrido, con cuatro discos ha ido proponiendo nuevas formas de tratar el flamenco y sus facetas de músico-cantaor y break-bailaor han ido creciendo con ella. Su primer 'Torrotrón', publicado en 1993, fue un gran disco, seminal aunque desapercibido en su momento por una instrumentación precaria que le acercaba al primer Veneno, a la Pata Negra más callejera. Para su segunda entrega aprovecha cuatro canciones del imprevisto debú y se engalana con nuevo ropaje eléctrico que corre a cargo de Queco y Tino Di Geraldo. Este último envuelve a Tomasito y resulta fundamental en los matices, pero el multinstrumentista asturiano va, eso sÃ, “compartiendo con su comadre, mi tÃo Diego Carrasco†. Y dice: “Madriles fue el padre, el que me metió ahÆ. Ahà preguntaban “¿quién es ese chaval?†y entre los que se quedaron pasmados estaba Miguel Bosé , quien decidió apoyar. Balones fuera. Fernando Trueba le cita en “Calle 54â€, tras lo cual colabora con Chano DomÃnguez en una gira que le llevó por lugares exóticos. Ha grabado para 'Perversiones flamencas' y 'Digitano', con Navajita y La BarberÃa entre otros cuidados capilares, antes de poner 'Cositas de la realidad' sobre el tapete. Y dice: “La verdad es que el directo es lo mÃo†. Es éxito garantizado de entrada, como reconocÃa Maese Manrique : “Hay conciertos que se salvan gracias al telonero. Aguantamos poco a Tears for Fears, pero si Tomasito no hubiera actuado antes, habrÃamos soportado menos aúnâ€. Él, por si acaso, siembre busca un garito con música en directo del lugar, ya sea Washington, Estambul, Hong-Kong, Londres o Parla. Y dice: “Y si no lo hay, y se toca en la calle, allá que voy yo…†. Con Santo Tomás del Torrotrón. Forever. Torrotroneando again.
LuÃs Clemente