EL OBSERVADOR..73 (1-1-73 / ¿?) A veces pienso que El Observador..73 surgió de fragmentos de vida muy concretos, que seguramente están compuestos por otros más densos y complejos, pero que dadas ciertas circunstancias provenientes del orden del caos; que tenÃan el carácter de inexorables y que catalizaron en segundos exactos, perfectos, generaron impulsos muy claros que me condujeron a él…. ¿A él? ¿Soy él o soy yo?.... Barcelona, marzo de 2005 ¡Si, lo habÃa logrado! El debut con los†Perez..â€, la creación de Masone era un hecho, un sueño; incluso no podÃa ser cierto. ¡Yo!, el peor de todos, enfrentarme al publico y salir vivo, ¡Yo! !No, no era posible!.... A Masone lo conocà en una fiesta que organicé en casa. Alguien se desubicó, aviso a mucha gente sin consultarme y entre ellos se apareció él. Opté por no hacerme mala sangre y como dijo el “psico canario número uno en el P-I-Râ€, ¡vive el proceso! El único problema es que habÃa tanta gente que apenas entraban en el piso, y a la postre fue evidente, que tanto ruido no gustó a los vecinos. Surgió la posibilidad de tocar la guitarra y en medio de los vapores etÃlicos, interpreté “Héroes Anónimos†de Metrópolis. Hasta ese momento fundacional (25 de enero de 2005), solo un tema mÃo, tenÃa una forma parecida a una canción. Era el “Tema del Observador†que como una broma lo grabamos en videocámara con mi hermana en su casa. Esto junto a un cúmulo muy grande de tarareos sin desarrollar era mi obra. Posteriormente Masone interpretó clásicos del pop-rock angloamericano, con una gran prestancia, casi con cierta chuleria. No se bien por que, quedamos que en un futuro nos juntarÃamos a tocar. A la semana se produjo nuestro primer encuentro en mi casa. Luego empezamos a ensayar en la casa de él, un hermoso reducto del Raval. Las sesiones transcurrÃan con la puerta abierta y debido a las ventanas tan grandes del escaparate, pues su casa no era más que una tienda reciclada, tenÃamos una visión panorámica de la calle. Putas, clientes, chulos, la policÃa, artistas, todo el folklore de la realidad barrial desfilaba para nosotros, proveyéndonos de ideas y sensaciones; tan ingenuos y atemporales como convencidos. Con la actuación en vista, yo temÃa que esa increÃble fuerza me aplastara nuevamente y paralizará mis brazos y piernas convirtiéndome en algo torpe y bruto, todo lo contrario a lo que soy (!A lo que somos!). Cuestiones como no cagarla con la letra, los acordes, con la voz eran todas sensaciones de inseguridad. Llegó el dÃa del debut. Masone también estaba asustado. Hacemos una prueba de sonido y por un momento pensé que las manos no me respondÃan, que la voz no me salÃa y eso me aterro, pero afortunadamente fue solo un momento..... Un niño llamado "El Observador..73" vino al rescate....., no se por que, pero subrepticiamente una foto vino a mi cabeza, una foto que aún conservo, parado en la puerta de la casa de mis padres, que aún no estaba terminada. Las zapatillas sin atar, las medias una mas baja que la otra, la bragueta abierta, una mano por debajo del pantalón apuntando quien sabe a donde, los pelos totalmente despeinados y una sonrisa amplÃsima. El me tendió la mano, él me relajo, me dio confianza, sin discurso, solo con sentir su presencia. La hora se acercaba y mucha gente habÃa llegado. Al empezar nos miramos con Masone, sonrisa y empezamos al grito de… ¡somos comandos, que carajo hago yo aqui! Me rÃo, sobre todo me rÃo. ¿Alguna vez renacieron? Pues yo ese dÃa renacà y me reà de mis peores demonios, los que están solo bien adentro de tu cabeza. Cuando volvÃa en bicicleta a mi casa, sabÃa que algo bueno habÃa pasado y que tenÃa que creer, aún tengo que creer, pero fundamentalmente en ese momento cuando todo era una intuición, necesitaba fe en que ese era el camino. La etapa heroica/kamikaze sobre los escenarios habia comenzando ************************************************************
****** Agosto 2003, estación de trenes de Ljubljana…. Me dispongo a dormir en el hall de la estación de tren. Será la medianoche y empieza el show, el de la vida. Desde mi posición al ras del suelo, veo las sombras que pasan caminando como gigantes. Espero que alguien venga a echarme. Un tren pasa sin detenerse, y con las luces que se reflejan en el suelo, cegadoras, creo estar en un sueño. “Esta noche el mundo parece moverse en cámara lentaâ€, me digo. No sabÃa que hoy y ahora (siempre es hoy y ahora), estaba tomando forma algo. Mientras tanto empieza a deambular la fauna de la estación, cual obra de teatro en que empiezan a lucirse los personajes. Veo pasar hombres gays divertidamente estereotipo, que buscan amor en los baños. Van en formación de cuatro, buscadores de placer. Hay dos parejas de enamorados haciendo viajes aventureros, durmiendo abrazados, compartiendo vida. Se acerca Lucio un italiano alto, exageradamente flaco, con barba completa y unas gafas de aumento. Vaga y divaga con su pequeño bolso. Avanza de acuerdo a lo que sienta en el momento; hoy aquÃ, mañana quien sabe. Su método es la intuición más primitiva, ni siquiera la improvisación. Tiene un punto insano en su mirada, y cuando habla parece que en cualquier momento perderá el hilo de la conversación. Decide seguir hacia Budapest. Esta Mirko un Croata joven con quien intento entenderme en Italiano. Deambula por el borde de la noche, mendigando. Nos ponemos a hablar sobre la última guerra de los Balcanes y muchos otros temas. Yo me siento culpable. Culpable de mi destino de paria. Por otro lado, no puede dejar de ver que a pesar de los errores de sociabilizacion secundaria (si mal no recuerdo el apunte de sociologia) que pueda cometer, trato de mandar lo que siento en serio y de mantenerme integro (y se que quien halla salido a la vida en los 90..s con algo!, algo! de pensamiento amplio, me podra entender) . A veces creo que eso tiende a aislarme; o tal vez, es esa personalidad compleja que no se supo expresar, en fin, no puedo dejar de pensar en que soy un modelo obsoleto con funciones que a nadie le interesan. Todos venden el culo por sus quince putos minutos de gloria, protesto. Ese fue un pequeño detalle que Wharhol omitió cuando predijo la teorÃa del cuarto de hora. Mi cabeza revoluciona, son las cinco. Me despierto un poco mejor pero sigo con esa sensación de paria y me pregunto: ¿Por qué viajo? ¿Para qué? ¿Qué busco? Solo por un momento me salgo de la mirada trágica, derrotista y me doy cuenta que estoy haciendo algo mágico, distinto y que tengo algo entre manos. !Las fuerzas vuelen a mÃ, comienzo el dÃa en llamas!. Posteriormente ese momento se convirtió en relato y luego en canción. Cuando miro para atrás siento la misma intensidad, como si ahora lo estuviera viviendo nuevamente y tengo la convicción que algo muy grande brotó ese dÃa, en ese suelo de la estación de tren, mientras solo contemplaba el mundo girar. ************************************************************
****** En algún pueblo de Hungria, agosto de 2003 Intenté explorar lo que pensaba o intuÃa, no lo negué y me quede sin nada, me repetÃa. Pensaba que podÃa forjar mi propio destino, a mi manera. Siempre me reveló la idea que una empresa pueda decirme cuanto tiempo puedo dedicar a mis padres, hermanos, sobrinos, novia. Si ya se, usted me dirá que soy un iluso pero yo fui por ello (con mas intuicion, que ideologia). Y de repente me encuentro aquÃ, durmiendo en la plaza de una ignota ciudad de algún lugar del mundo, enojado, reflexivo, ¿feliz? ¡SÃ! Fui, intente buscar alternativas a un destino que no era el mÃo y como en todas las apuestas de todo o nada, los riesgos de perder son grandes, ya que te quedas sin sueño pero también sin heladera, lavarropa, ni puesto que te legitime por más boludo o hijo de puta que seas. Roto y descosido. Pero también me digo…., ¡con el alma intacta!, ¡enérgico!, lleno de sueños. Soy este amasijo de ganas, esta voluntad de no querer parar hasta el final. Duermo pegado a mi mochila en un resquicio de la plaza principal, en este puto pueblito perdido, frontera entre Croacia y HungrÃa, donde todo esta cerrado, donde nadie me entiende, donde voy a tener que pasar la noche esperando que ningún policÃa de frontera venga a molestar, solo. Me siento tan feliz. Cuando recuerdo ese dÃa, vuelve a mà el haz de luz que penetraba mi guarida en la plaza, al cual yo veÃa como un sendero a seguir. La luna que se posaba en torno al cielo me daba esperanza de seguir, de aguantar, de que algo habÃa y tenia que tener la paciencia suficiente para dejarlo tomar forma. ¿Forma de qué? ¿De mujer? ¿De lugar? ¿De acción? No tenÃa la menor idea, pero debÃa creer, tenÃa que esperar. ************************************************************
***** Buenos aires, enero de 1994..... Estoy en el living del departamento de mis padres en la calle Araoz. Horas y horas sin sentido en el diapasón de una guitarra. Horas y horas de caminar solo por Palermo. Pensar, imaginar, putear, escuchar música, andar en Bicicleta. Volver a caminar, soportar esa angustia. Volver a caminar. Ver la luna, ver el sol, ver la gente, querer atraparlos, gozarlos y no poder. Agarrar guitarras probar un do, un re, puntear sin sentido, sin ideas de escalas, poner los dedos en función de cómo suenan, sin el mas minimo dogma musical. Caminar sobre todo por las noches, buscar escondites por la ciudad, gritar, emborracharme solo, para adentro. Caminar por San Telmo, por Microcentro, por el Once, por Boedo, por Almagro, por La Boca, por Flores, por el Parque Centenario. Buscar lugares recónditos, perdidos, ignotos pero bellos, buscar historias aunque solo las observe y nada más. Gritar para adentro, buscar buenos libros, amar Buenos Aires, aprender de los mÃos. Son esas horas de perderme en las guitarras sin sentido, sin técnica, ni armonÃa. De perderme por la ciudad con la necesidad imperiosa de encontrar una salida a la desesperación. Sin castradores que me digan que hay un único modo de hacerlo, el suyo. Sin decirme que algo queda bien por que esta aceptado y no por que los hace vibrar. Sin imponerme que algo es bueno porque da mucho dinero. Son esos viajes sin saber por que, esa decisión de no querer participar por no poder soportarlo, ni siquiera por ideologÃa. ************************************************************
***** Buenos Aires 1992 Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Frente a mi quien se supone debe ser mi formador, yo siento incomodad, no se algo raro, me parece que mi ilustre profesor miente aunque todavÃa no le puedo dar forma de mentira. Nos habla de un montón de teorÃas que a mi me parecen chino, o no se si chino; probablemente no les encuentro el sentido pero tengo que encontrar sentido, no puedo perder tiempo y eso me lleva la asfixiante sensación que es difÃcil lo fácil, de tan fácil y tan obvio que es. El “Homo Trepadorus†que veo a mi alrededor entre la gran mayorÃa de mis compañeros preparándose para ejercer de “hombre integrado†me desconcierta, me hacer sentir raro, entonces tengo que negarme, por que si no me negara en un terreno tan adverso que sabe dios que pasarÃa. TodavÃa no me puedo imaginar que existe un escape para todo esto que me parece mentiroso, mediocre, cÃnico y especialmente aburrido, lo que todos llaman el hombre real, maduro, pragmático. Yo me siento anormal ¿Te paso alguna vez?. Pero debo seguir debo terminar lo mas rápido y exitosamente posible para no fracasar en la vida y sin embargo mientras lo hago ¡soy tan infeliz!....!Estoy en problemas! La disciplina y la tenacidad me empujan, la pasión, la pulsión me expulsan, no puedo parar. ************************************************************
******* Eso es El Observador..73. No es un músico (voy con entusiasmo resolviendo las carencias), no es un artista ¿Pseudo?, es una incontrolable necesidad de expresión ¿Que tal vez será el origen de todo?, el hallazgo de que tu incapacidad de racionalizar los sentimientos en lo términos que "el hombre integrado" lo exige, se ha transformado en la capacidad de cancionarlos, de transformar la bronca en canción, los viajes en canción, de retratar al canalla que aprendió a manipular la socialización secundaria en su favor , para mostrarlo en su faceta mas cretina, más absurda, esa que sin embargo lo hace ser un hombre integrado, aún cuando roza un amplio abanico de posturas pocos dignas que van del hombre imbécil al hombre cÃnico. De mostrar lo que siempre te gusto de algunas personas y te hicieron sentir que no valÃa la pena, que eso no tenÃa valor de mercado (¿Cual mercado? el que ahora, Noviembre 2008 se derrumba). Son esos garabatos y acordes deformes, adolescentes, que nunca tomaron forma pero que un dÃa los tomaran, es ese niño feliz y ese adolescente perdido, aturdido que jamás dejaré de ser y agradezco. Hablando académicamente me “aburre†el mito del “rocanrolâ€, el éxito y el artista, pues todo eso ha perdido sentido de la mano de los complacientes y los vendedores de humo, aquellos pobres de espÃritu que a cambio del "cuarto de hora" con o sin talento lo han descontextualizado casi todo de la mano de esa "masa" que se niega a pensar y que no sabes si mirarla con pena o odiarla (¿por que la gente de una en una es tan encantadora pero cuando suman tres se pierden cobardemente?), pero vos Observador..73 me permitiste entenderme, expresarme, ¡ser! y por eso te estaré eternamente agradecido. Observador..73 con vos hasta donde me lleves, ¡habrá valido la pena! !VOY! !No te rindas! !No se rindan! Ha llegado el momento de empezar la etapa "heroica" para asi poder cerrar la brecha tecnica, condición necesaria pero para nada suficiente.
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