Era, si mis recuerdos no me traicionan, un mes de mayo de 2005 cuando mi gran amigo MatÃas, “el tÃo MatÃasâ€, me invitó a presenciar un concierto de Hombres G en San MartÃn de la Vega. Era el cuarto concierto al que asistÃa en mi vida y, sin ser consciente, creo que fue ahà donde empezó a fraguarse lo que hoy es LA SINTECHO, mi banda de rock & roll... Mediado el concierto, David Summers pisó el escenario acompañado únicamente por su guitarra e interpretó su canción Temblando y, mientras escuchaba, me giré y le dije a Juanma, otro miembro de “la familia†(que es como denominamos a nuestro grupo de amigos) que vino al concierto:-Tiene que ser la ostia hacer una canción y que la gente la cante.Juanma sólo me miró…, y continué:-Voy a aprender a tocar la guitarra.Juanma contestó literalmente (y pido perdón):-Vas a tocar tú la guitarra, ¡con esos dedos que tienes que parecen pollas!-¿Apostamos a que de aquà a un año toco la guitarra y canto una canción?-¿Qué nos jugamos? -dijo él-.-Una cena en El Petri.Y estrechamos las manos...MartÃn, Doc, amigo que, desconocÃa tocase la guitarra desde hace años, se ofreció a enseñarme. Compré una guitarra y a la semana de la apuesta, ya dábamos clase martes y jueves en mi casa, a las cinco de la tarde… Dimos clase junio y mitad de julio y pasó el verano. Mediado septiembre retomamos los ensayos…Un dÃa, no sé exactamente cuál, mientras estaba escribiendo, comencé a componer la letra de una canción y a canturrearla y, cuando llegó la siguiente clase, se la enseñé a Doc que me dijo: "cántala". Yo le dije que no habÃa cantado en mi vida, que la cantara él. "Tú ¡cántala! -contestó- para que vea como es la melodÃa, ¡qué más da que no hayas cantado nunca!"… Y probablemente no os lo creáis, pero ¡en 15 minutos estábamos cantando una canción! ¡Nuestra primera canción!, por lo menos para mÃ. Y fue ahÃ, la primera vez que le dije a Doc: -¡TÃo, vamos a montar una banda!Evidentemente Doc se sonrió y no me hizo mucho caso. Muy normal por otra parte. Después de aquella ocasión le insistà varias veces más, sin ningún éxito.
Lo que os cuento a continuación entenderéis más adelante por qué os lo cuento… Durante ese verano en la playa de El Palmar, Cádiz, escribà un total de 89 poemas que recopilé en un librito del que hice cien copias para “la familia†y los regalé. Uno de esos libros, Cartas desde El Palmar, se lo regalé a Doc. Me llamó por teléfono al dÃa siguiente y, lo recuerdo como si fuera ayer, me dijo:-Hovik, me acabo de tomar en serio por primera vez lo de la banda.-¡Coño!, y ¿eso por qué Doc?-Porque acabo de leer tu libro y dices muchas cosas aquÃ; únicamente de los poemas que hay se podrÃan sacar seis o siete canciones, ¡podrÃamos hacer algo bonito!La siguiente clase ya no fue una clase; fue el principio de una banda.Octubre de 2005 llegaba a su fin…DÃas después, estaba comiendo en el restaurante donde llevo comiendo los últimos seis años de mi vida y le comenté a Toni, el cocinero y buen amigo, que me iba a casa, que llegaba tarde a clase de guitarra. Se sorprendió. Le comenté que Ãbamos a hacer una banda y me dijo que a él siempre le habÃa apetecido tocar la armónica en un grupo, que si podÃa subir un dÃa a casa con Doc y conmigo. Y asà ocurrió; a la semana siguiente, un jueves, Toni, la persona que me habÃa dado de comer todos esos años y que nunca antes habÃa tocado la armónica, subió a mi casa y se convirtió en el armónica de La Sintecho. ¡Ya éramos tres...!El siguiente en llegar fue Justo, “Justizeâ€, otro miembro de la familia que estando un dÃa en su oficina me dijo:-¡Me he enterado de que estás haciendo una banda de rock!-Pues sÃ, tÃo. Ahà estamos Doc, Toni el de El Petri y yo haciendo lo que se puede.-Yo estoy aprendiendo a tocar el piano, que desde hace tiempo es algo que querÃa hacer.-Pues no tenemos pianista, yo no he cantado nunca y Toni nunca ha tocado la armónica. El tema es que seamos una banda de gente con buen rollo y lo pasemos bien, asà que si te apetece...-¿Que si me apetece? ¡Cuenta conmigo!Y asà fue como La Sintecho pasó a contar con un pianista en sus filas. Éramos una banda de cuatro amigos, tres de los cuales no tenÃan conocimientos musicales…
Y como si se tratase del guión de una pelÃcula, era diciembre de 2005 cuando estábamos en una bar de copas, por la noche, y se me acercó Javiwan, una amigo que conocÃa hacÃa relativamente poco y que tocaba el bajo en un grupo de hardcore. Me preguntó si era cierto que estuviese haciendo una banda de rock, le respondà que sà y él me preguntó qué instrumentos habÃa. Yo le dije que tenÃamos un guitarra, un teclado, una armónica y la voz; que nos faltaba un baterÃa y que ya sabÃa que él tocaba el bajo en una banda… "Bueno a mà lo que realmente me gusta es la baterÃa, lo que ocurre es que cuando llegué a mi banda la baterÃa ya estaba cogida", -me dijo Javiwan-. "No se me ocurre mejor baterÃa que tú -dije-. Asà que si quieres, eres el baterÃa de La Sintecho, Javiwan".Sin darme cuenta la banda estaba completa, además ¡de amigos y de gente increÃble...!
Doc, Toni, Justice, Javiwan y yo seguÃamos ensayando en casa. Javi Wan venÃa con su bajo porque, como es lógico, no se debe tocar una baterÃa martes y jueves en el salón de un piso. Era evidente que La Sintecho no podÃa seguir ensayando en mi casa, por lo que alquilamos un local de ensayo, el 58, de Ritmo y Compás, en Campo de las Naciones. Era febrero de 2006 cuando Javi Wan comenzó a aporrear su baterÃa.A La Sintecho le faltaba un bajo. "No podÃamos ser una banda sin bajo", pensé y empezamos a buscar entre los amigos, a ver si alguien tocaba el bajo o conocÃa a alguien que tocase el bajo. Siempre bajo la premisa de que fuese buena gente y encajase con el resto de la banda; no era necesario que fuera un profesional del bajo... Como si estuviese escrito, a principios de marzo, Justize apareció en el ensayo con un amigo suyo, Javi, que encajó a la perfección con el resto de la banda y resultó ser un buen bajista… Afortunadamente para nosotros, ya que Doc, musicalmente hablando, ya no estaba tan solo…
La banda estaba completa, salvo por un pequeño detalle, Doc repetÃa que los temas sonarÃan mucho mejor si tuviéramos dos guitarras en vez de una y lo cierto es que tenÃa razón, pero ninguno ponÃa un empeño excesivo en buscar a nadie… Y fue entonces cuando la madre de las casualidades hizo que apareciera Héctor, apodado por el resto de la banda como Gigante…Y ocurrió asÃ: Héctor, guitarrista de jazz profesional y dedicado por completo a la guitarra desde muy chico, comenzó a recibir clases particulares de boxeo en mi gimnasio de mano de Alex, un hermano para mà y del que yo, en alguna ocasión, ya habÃa oÃdo hablar. "Héctor es un crack tocando la guitarra", decÃa. Un dÃa le pregunté a Alex si creÃa que Héctor vendrÃa una tarde a vernos ensayar para decirnos qué le parecÃa y darnos su opinión. Alex me dijo que no creÃa que tuviese mucho problema, que se lo preguntase... Sin saber que ellos dos ya habÃan hablado y que Héctor vendrÃa a uno de los ensayos, me dirigà a él después de una de sus clases de boxeo para pedirle el favor, al que accedió encantado (cambiamos uno de los dias de ensayo para que pudiera venir). También me dijo que esa misma noche tocaba en directo en una jam y me invitó. Fui a verle tocar y la verdad que me quedé loco. Y más loco me quedé cuando me dio las gracias por cambiar uno de los ensayos a un dÃa que él pudiese asistir cada semana… Yo le pedà que viniera un dÃa y ¡él iba a venir cada semana!... Asà llegó Héctor, para nosotros el Gigante, a La Sintecho.Ya tenÃamos los siete: MartÃn, Doc (guitarra), Toni Gómez, the jorner (armónica), Justo, justize (teclado), Javiwan (baterÃa), Javi Bass (bajo), Héctor el Gigante (guitarra) y yo, Hovik (voz), NUESTRA BANDA DE ROCK & ROLL.HOVIK