Sobrevivir en la inmensa y exigente urbe angelina es sumamente complicado para cualquiera que no tenga la felicidad comprada. Sobrevivir como un representante del rock en español es, sencillamente, una labor que se antoja prácticamente imposible. En realidad, son pocas las agrupaciones que han logrado mantenerse vivas por mucho tiempo dentro de un medio en el que el apoyo de los medios hacia las propuestas de este tipo es casi inexistente.
Cábula es una de las pocas agrupaciones que, al igual que Pastilla y MarÃa Fatal, ha seguido en la dura lucha por conservar una actitud independiente y lograr a la vez la presentación regular de producciones discográficas de calidad.
Surgido originalmente en 1993 como un proyecto colaborativo entre dos recientes inmigrantes mexicanos, Sammuel Adissi (voz) y Edgar Chino Navarro (bajo), el conjunto se puso como meta no respetar las normas de la moda, ignorando la devoción que se manifestaba en ese entonces por el grunge, para seguir en cambio los cánones del modelo surgido en Manchester, Inglaterra, por bandas como Happy Mondays y Primal Scream.
Bajo esta lÃnea, pero componiendo la mayorÃa de sus temas en español, Cábula labró un estilo tan guitarrero como electrónico, que se plasmó tempranamente en Antidepresivos (1996), su álbum debut, el mismo que le abrió a la banda las puertas de ciudades y eventos muy importantes en el desarrolo de su carrera, llevándola a varios destinos de Estados Unidos y a eventos de relevancia en México, como fue el caso de la Expo Rock 98, en Guadalajara (que, de hecho, es la ciudad de origen de muchos de los integrantes del grupo), y del Tercer Festival de Rock 2000, en Culiacán.
Dentro de los Estados Unidos, luego de ocupar locales tan trascendentes como House Of Blues, The Roxy, Whisky A Go-Go, The Palace y Key Club, y de presentarse en ciudades como Las Vegas, Miami, Chicago, Nueva York, Atlanta, Washington D.C., San José, Sacramento, Phoenix, San Diego y Tijuana, el conjunto se metió nuevamente en los estudios para grabar su segundo álbum, Communicate (2001), que estuvo producido por el reconocido John Avila ex bajista de los legendarios Oingo Boingo, y que mostró la cara más pop de una propuesta que en vivo seguÃa sonando fiera y contundente.
Pero la prueba mayor de fuego para Cábula vendrÃa probablemente luego, con la salida del tecladista Rudy Sánchez y del baterista Sergio GarcÃa, quienes dejaron de ser parte de la banda por razones personales. A pesar de estos retiros, el grupo siguió adelante, ya que en realidad su núcleo creativo se encontró siempre en manos de Adissi, Navarro y el guitarrista Alfredo Ladino, a quien se sumarÃa Saúl Castro, para dar asà vida a un poderoso dúo en las seis cuerdas.
Es justamente bajo este nuevo formato que la agrupación retomó las actividades discográficas, esta vez bajo la producción de Roberto Corrales (ex integrante de Voz de Mano y de varias agrupaciones de la escena local), quien habÃa demostrado ya su enorme talento para lograr un gran sonido a un bajo costo en el más reciente trabajo de Curanderos, otra agrupación angelina de generosa trayectoria y de impronta latina.
El resultado de estos esfuerzos, HeroÃna, es un disco impecable, en el que Cábula exhibe un estilo mucho más rockero y poderoso que el de sus primeros lanzamientos, a lo que se suma un nivel de letras complejo y comprometido, que va desde la alusión a esas inevitables noches de fiesta y redención en el logrado tema que da tÃtulo a la placa, hasta la propuesta abiertamente pacifista y sumamente pertinente del punkerÃsimo corte Desarmar.
No hay que olvidar la cadencia acústica y delicada de la instrospectiva Everything Was Wrong, ni mucho menos la proclama festiva de la excelente Cliché del rock, donde la banda demuestra su capacidad para combinar los mejores estilos y ritmos de un género al que han dedicado sus vidas no por dinero, sino por pasión. Se trata, en suma, de una excelente producción, cuyas canciones en vivo deben sonar aún más espectaculares.Para mayor información, favor de comunicarse con Sergio Quintanar, The Sonic Garage, al (818) 845-6290, o escribir a
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