About Me
Érase que era tan solo un pensamiento, hasta que un 6 de Febrero de aquél no tan lejano 1985 sin la irrupción de hadas mágicas de los cuentos imperialistas los pulmones se le llenaron de aire con urgencia, de quién tan pequeño ansÃa ya la vida para saborearla y hacerla canción. Fue la primera vez que tuvo ante su presencia éste mundo todavÃa desconocido y a aquél par de seres increÃblemente amorosos a quienes la palabra “padres†les queda aún tan corta, y de quienes recibió fuertes influencias a la poesÃa por parte de su madre y a la música por parte de su padre, mismos que decidieron llamarle… Manuel (Manolo, Manolillo o kambú como muchos amigos le nombran). Creciendo pronto (pero no con tanta urgencia) en aquél lugar llamado Tecamachalco del Estado de Puebla, entre sueños, esperanzas, acordes, poemas, etc. empezó a forjarse dentro de su corazón una necesidad desesperada por cantarle al amor, a la vida, a la utopÃa, a la libertad… por muchas razones y hasta sinrazones Manolo decidió tomar ruta como cantautor independiente iniciándose con un espÃritu poeta, alma noble, un par de manos y una guitarra. Ha compartido escenario con cantautores como David Márquez, PYA, Nada Escalona, Xavier Fernando, Marco Rojas, Israel Contreras, Nono tarado, Fernanda MartÃnez, Edgar Oseransky, Carlos Arellano y Gerardo Pablo, presentandose en diferentes foros del estado de Puebla, Veracruz, Chiapas, Hidalgo.
A tres años de ser un cantautor independiente y después de vivencias y anhelos, presenta su primer material discográfico que se titula “Estados y Visiones†que ha manera de un prematuro Testamento entrega a todo aquél que forma parte su vida: familia, camaradas, cómplices y amigos y a todos aquellos seres anónimos caminantes del mismo hogar, la misma patria, el mismo espacio, el mundo.
Este primer disco, forma parte de “las primeras memorias de vida de un desmemoriadoâ€, un currÃculum espiritual en el que el oyente podrá aquilatar no sólo una ruta artÃstica sino también un recorrido vital al amor, la amistad, la vida. Podrá comprobar que el mayor compromiso (palabra hoy tan subestimada por la dejadez postmodernista) de Manolo es con la vida, a la que no canta de lejos sino metida en ella hasta en los tuétanos.
Escuchar la música de Manolo es saber que se habla con un querido amigo y sencillo compañero, que les canta y les dice las felicidades y las desdichas que los oyentes también quisiéramos cantar y decir tan entrañablemente como él.
“Escúchalo y saborea su música y su voz como a una humeante tasa de caféâ€.Mariana Velez Juarez