Nosotros debemos aprender que el trabajo es más que la propiedad, que el servicio es más que el dividendo! Es la más funesta herencia del sistema económico capitalista, el que la medida del valor de todas las cosas sea el dinero, la propiedad, la posesión. El hundimiento, la disolucion de los pueblos es la consecuencia directa del uso de esta falsa escala de valores, pues la elección según las propiedades es el enemigo mortal de la raza, de la sangre y de la vida auténtica. Nosotros nunca hemos dejado duda alguna en que nuestro socialismo nacional rompe con este privilegio de la posesión y que la liberación del trabajador alemán debe extenderse en su participación en la ganancia, su participación en la propiedad y su participación en el servicio. Pero significarÃa volver a usar la vieja vara de medir si lo dejásemos aquà y no se iniciara también la necesaria revolución de las mentes, que nos libere de la mentalidad del sistema materialista actual. Nosotros ponemos conscientemente el valor del servicio por encima del valor de la propiedad, ¡el valor del servicio es el único valor que realmente reconocemos! Nosotros ponemos el servicio en el punto central y no los dividendos. ¡Del mismo modo consideramos que la responsabilidad es la coronación de las aspiraciones humanas, nunca las riquezas o el lujo! Esta es la nueva cosmovisión, la nueva religión de la economÃa y con ella se establecerá el final del cruel gobierno del becerro de oro y las diferencias de los seres humanos y de los derechos, serán sólo las diferencias del servicio, diferencias en el grado de responsabilidad; diferencias, en fin, que provienen de Dios y son sagradas.