Marco Fernandez’s birth date is unknown, but it is generally believed that he was conceived in a plane covering the Madrid – Vienna route. He doesn’t do drugs, but admits to enjoy eating chocolate while drinking beer. He claims that his songs aren’t sad, but he is incapable of writing cheerful tunes. Once he was arrested in London, for stealing bagels, but was released the same night, since the amount of the theft was deemed ‘ridiculous’ by the British Police.
His love of music dates from an early age, when, confined for several months in a clinic while receiving treatment for his severe asthma, he would be entertained by the sounds coming from the little radio receiver of a neighboring patient (mostly Mexican Rancheras and religious hymns in Italian). He has worked as a mail boy and translating romance paperbacks. While receiving treatment for a nervous disorder, a doctor recommended that he engaged in some creative activity, such as music, so he started writing songs and performing live. His early performing venues include a windmill on the outskirts of Ourense and the Chelsea Clearview Cinema in New York City, during a Rocky Horror Picture Show screening (he was a virgin).
He cherishes garage rock, blues, tango, cabaret, country, folk, and just plain noise. Once he shook hands with Marc Ribot and Richard Hell. Once he tried to take The Tiger Lillies out for sherry, but they had stuff to do in the morning. His ever-changing backing band has included a suits salesman, an architect, a filmmaker, a scientist, a yoga guru, a physiotherapist, a master chef, a news reporter and a con artist.
His music is dark, but not sinister, angry, but joyful, sometimes loud and intense, and sometimes mellow and contemplative. Scarecrows on Parade is his first album, and it was recorded in Madrid at the hands of producer and mentor Javier Almendral, a member of seminal bands such as Demonios tus Ojos and VÃrgenes Adolescentes, and it is soon to be available at some fine music purveyor near you.
Enjoy...
Los detalles concernientes al nacimiento de Marco Fernández se desconocen, pero la teorÃa más recurrente es que fue concebido en un avión en ruta Madrid-Viena. No consume drogas, pero confiesa que le gusta comer chocolate mientras bebe cerveza. Afirma que sus canciones no son tristes, pero no es capaz de escribir temas alegres. Una vez fue detenido en Londres por robar bagels, pero se le dejó en libertad la misma noche, por considerar los agentes de la policÃa británica que la cuantÃa del robo era “ridÃculaâ€.
Su amor por la música data de una temprana edad, cuando, estando confinado durante meses en una clÃnica recibiendo tratamiento para el asma, solÃa entretenerse escuchando la música procedente de la radio de un paciente cercano (principalmente rancheras y cantos religiosos en italiano). Ha trabajado como mensajero y traduciendo noveluchas románticas. Estando en terapia para tratar un trastorno nervioso, un médico le recomendó que se ocupara en alguna actividad creativa, como la música, por lo que comenzó a escribir canciones y a actuar en directo. Se le ha visto actuar en un molino en las afueras de Ourense y el Chelsea Clearview Cinema en Nueva York, durante una representación del Rocky Horror Picture Show (como virgen).
Es amante del garage rock, tango, cabaret, country, folk y el ruido puro y duro. Una vez dio la mano a Marc Ribot y Richard Hell. Una vez intentó llevar a los Tiger Lillies a tomar jerez, pero tenÃan cosas que hacer por la mañana. En su grupo, siempre cambiante, han militado un vendedor de trajes, un arquitecto, un cineasta, una cientÃfica, un gurú del yoga, un fisioterapeuta, un maestro cocinero, una reportera y un estafador profesional.
Su música es oscura, pero no siniestra, rabiosa, pero divertida, a veces ruidosa e intensa y a veces ligera y ensoñadora. Scarecrows on Parade es su primer disco, y se grabó en Madrid a las órdenes del productor y maestro Javier Almendral, miembro de grupos seminales como Demonios tus Ojos y VÃrgenes Adolescentes, y pronto estará a la venta en cualquier tienda de música selecta cerca de todos ustedes.
Pasen y oigan...