Estos dÃas estamos henchidos de orgullos, tanto que apenas cabemos en nosotros mismos. El motivo es simple, pero no por ello menos satisfactorio: a las anteriores entrevistas realizadas en 20minutos Zaragoza y el Diario de Teruel tenemos que sumar dos más en rotativos de tirada nacional, El Heraldo de Aragón y El PaÃs, sección suplementos de cultura.
La de El PaÃs la podéis consultar en la caleidoscópica web de EP3 , mientras que la de el Heraldo se puede leer a través del PDF de la entrevista .
Se podrÃa decir que Amanita y los Faloides existe gracias a la inmensa abundancia de locales de restauración étnica en Barcelona y a la afición de los componentes del grupo a alargar las sobremesas empalmando chupitos y quintos hasta casi la hora de cenar. De hecho cada vez que pasan por delante de un chino los camareros desempolvan las botellas de kao-liang entre agradecimientos a Buda y la hostia...
En este refinado y edificante ambiente cultural fue gestándose la creación de Amanita y los Faloides, tarde tras tarde de etÃlicas divagaciones existenciales sobre temas tan diversos como la teleportación en Star Trek o la encarnizada lucha por la preponderancia estética entre los comunistas y el ejército nazi en la segunda guerra mundial a la sombra de los farolillos rojos y con glutamato monosódico saturándoles las maltrechas conexiones sinápticas.
AsÃ, tres personas cuyos orÃgenes o gustos musicales poco tienen que ver entre sÃ, pusieron en común sus querencias por las temáticas abigarradas hasta lo marciano y su fe en las nuevas tecnologÃas para hacer de la música un vehÃculo autodidacta y, por lo tanto, espontáneo. Consecuentemente, nuestra música es un hijo bastardo del electro-pop y el electro-trash, con el punk como padrino: ritmos definidos, letras polÃticamente incorrectas, melodÃas pegadizas. Aunque, como siempre, lo mejor es escuchar las maquetas y opinar, que esto de definir el estilo con etiquetas preconstruidas es siempre complicado a la par que odioso.