Alejandro Gutierrez

Apenas ayer todos fuimos niños. Y algunos han crecido pareciéndose a sus propios sueños. Esto ha sucedido con Alejandro Gutiérrez; sabe que hacer música es otra manera de respirar. Y está lleno de vida. Y de canciones para dar. Medellín es la cuna pero el mundo es su hogar.Desde sus once años estudia música. La iniciación en guitarra clásica tuvo su tránsito necesario a lo que los maestros llaman popular y todavía cuenta que el hábito de aprender es el único vicio que jamás va a abandonar. Por eso los datos hablan de la Escuela de Arte Eladio Vélez, el paso por el Instituto de Bellas Artes de Medellín donde enfatizó aquella guitarra clásica y conjunto de cámara y el camino lógico a la Facultad de Música de la Universidad de Antioquia donde estudió licenciatura musical.Sus oídos están totalmente contaminados. Y lo agradece. Y lo bendice. Por eso ha bebido de aguas tan disímiles como jazz, son cubano, chacaritas, clásica, bossa nova, bambuco y rockandroll. Hizo fusión cuando apenas se conocía la palabra. Y como constancia están las bandas que ha integrado desde 1986 hasta hoy. En Sol Mayor -fusión de rock, música latinoamericana y Jazz-, Ensamble Rock –rock progresivo-, Kraken –rock sin adjetivos- y como piedra fundacional de la banda del cantautor colombiano John Harold Dávila. En cada una de estas experiencias algo aprendió y mucho pudo dar desde los distintos ángulos de una misma mirada, así fue compositor con unos, vocalista con otros, con algunos además ofició como baterista o en la guitarra, incluso como arreglista, director musical y productor.Alguna ruta va de Rush a The Police hasta Pedro Guerra ó Sabina y Alejandro Gutiérrez conoce el camino. La sensibilidad herida después de un noticiero de t.v. puede alimentar su próxima composición de la misma manera que siempre lo hará un beso, el perfume de aquella mujer ó una Declaración de Principios que no está dispuesto a negociar. El cantautor encuentra flores detrás de las espinas pero también canta sobre las espinas… no busca espejismos, encuentra espejos. Así llega Alejandro Gutiérrez a esta colección de canciones que llamó Elefante Blanco como un desafío a los tantos que baritan en el paisaje de cualquiera de nuestras ciudades. Este elefante habla del paso del tiempo y también de la memoria, los pasos de este elefante son fuertes y seguros porque los mueve el talento sincero de un hombre que, en sus horas de mago, convierte la vida en canción./(texto: juan mosquera restrepo / sountrack: elefante blanco-alejandro gutiérrez) )