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Botas De Charro - Vicente Fernandez
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La Toma de Zacatecas--------------------------------------------------- -----------------------------EN EL CONSTITUCIONALISMOA pesar de los propósitos democráticos y humanistas del Sr. Madero, en febrero de 1913 fue derrocado por el general Victoria no Huerta, con la Decena Trágica se puso fin a un proyecto institucional. La traición de Huerta y su grupo provocó el repudio de la mayorÃa de los mexicanos. El Gobernador de Coahuila Don Venustiano Carranza con el Plan de Guadalupe proclamado e131 de marzo de 1913, se puso ,al frente del Constitucionalismo recibiendo todo el apoyo del Congreso de Coahuila y de los generales Francisco Villa, Ãlvaro Obregón, Pablo González y de otros de igual prestigio militar. En el Sur se pronunció en contra de Huerta el general Emiliano Zapata y en Zacatecas, el General Pánfilo Natera y otros connotados militares civiles se declararon partidarios del Plan de Guadalupe.En febrero de 1913, hubo un rápido proceso electoral, el jefe polÃtico pidió al preÂsidente municipal de Calera, imparcialidad en las actividades de los partidos que se disputaban la gubernatura del Estado.En el panorama nacional, los constitucionalistas tomaban posiciones en el norte, en tanto que Huerta presionaba a los gobernadores y éstos a los jefes polÃticos a rechazarlos. En marzo de 1913 la jefatura polÃtica ordenó a la presidencia municipal que organizara medios de defensa para garantizar la seguridad de la población, a lo que se le contestó «que la mayor parte de los vecinos son sumamente pobres, carecen de armas, por lo que en otra vez se solicitó por el digno conducto de esa Jefatura PolÃtica el aumento del destacamento que aquà existe (que se compone de cinco soldados en su mayor parte inútiles) y unos 25 rifles con dotación de parque para repartirlos entre los vecinos mejor caracterizados que al efecto los han solicitado».El cuatro de marzo del mismo año estuvo en la estación de Calera un batallón de BenjamÃn Argumedo, algunos soldados forzaron la cerradura de un tendajón y sacaron vÃveres por poco valor. DÃas después acampó Pánfilo Natera, al retirarse se llevaron unos cuantos caballos del municipio y de un particular e incendiaron el puente del ferrocarril llamado de la Joya. Calera fue por esos dÃas lugar de encuentro entre federales y constitucionalistas, en la población estaba acampado un batallón, de huertistas, a fines de marzo llegó otro, al mando del capitán Evaristo Morales, quien por equivocación atacó a los primeros, pues ambos batallones eran soldados federales.A pesar de las incursiones constantes de federales y constitucionalistas, los agricultores de Calera se esforzaron por aprovechar el verano lluvioso de 1913, logrando cosechar lo necesario para la subsistencia y se efectuaron las elecciones municipales.En septiembre fue incendiado el puente del ferrocarril, la oficina de telégrafos y se destruyeron los cables, en el parte rendido se dice desconocer qué facción cometió estos ilÃcitos.A principios de octubre se estableció en Calera un batallón más de soldados federales, en diciembre hubo un tiroteo entre el batallón Guerrero y gente de los constitucionalistas de Santos Bañuelos y Rito Espinoza, después hubo saqueos en los comercios.El primero de enero de 1914, en el oficio No. 13 la Presidencia de Calera, informa a la Jefatura del Partido, que el 31 de Diciembre de 1913 «... una gabilla de 10 bandoleros al mando de un cabecilla llamado Dionicio GarcÃa con el tÃtulo dizque constitucionalistas hizo varios destrozos terminando sus fechorÃas con la destrucÂción de oficinas públicas, pues forzaron a balazos y con hacha las puertas de la PreÂsidencia, del juzgado municipal y de la subrecaudacÃón de rentas, de donde sacaron todos los papeles de los archivos y los incendiaron totalmente ...» era presidente municipal el Sr. Mateo GarcÃa.En diferentes poblados y rancherÃas del paÃs, se daban estos lamentables hechos y encuentros que si bien, eran alteraciones dramáticas en la cotidianidad de los pueblos, no determinaban el triunfo para ninguna de las corrientes en beligerancia.Mientras todo esto ocurrÃa, Don VenustÃano Carranza y los generales constitucionalistas, organizaban la estrategia definitiva para vencer al huertismo. El ejército constitucionalista se Ãntegro en tres grandes divisiones, la del Oriente comandada por el general Pablo González, la del Este por el general Ãlvaro Obregón y la del Norte por el Gral. Francisco Villa. Desde Sonora, Tamaulipas y Chihuahua comenzaron a desplazarse buscando el punto común y decisivo, la ciudad de México.Los estrategas del huertismo centraron su atención y su fuerza militar en atacar la División del Norte, Francisco VÃlla, «El brazo armado de la Revolución Mexicana», según el historiador Roberto Blanco M., otros le llamaron el «Centauro del Norte», arrolló al ejército federal desde Cd. Juárez, en Ojinaga y en Torreón y lo acabó en Zacatecas.LA TOMA DE ZACATECASLa toma de Zacatecas fue decisiva en la lucha armada de la Revolución Mexicana, en Zacatecas, el huertismo se jugaba la última carta de su aventura polÃtica, al manÂdo del general LuÃs Medina Barrón estaba la defensa de la ciudad.Según Reginald Kann «Tal era la plaza que el gobierno constitucionalista habÃa resuelto tomar en los primeros dÃas de junio. El General Carranza encargó de la misión a los generales Natera y ArrÃeta que comandaban respectivamente los conÂtingentes de los estados de Zacatecas y Durango con cerca de siete mil hombres en total», Natera y ArrÃeta valoraron sus fuerzas y concluyeron que sin un apoyo militar fuerte, el intento de tomar Zacatecas los llevarÃa a una estéril derrota.Don VenustÃano Carranza se oponÃa a que la DÃvÃsÃón del Norte con todo su conÂtingente militar apoyara al Gral. Natera, sus órdenes fueron que se enviarán alguÂnas brigadas, el estado mayor de la División del Norte se opuso, el planteamiento que se le hizo al Primer Jefe; fue la participación de toda la división. A pesar de la negativa de Carranza, Kann dice: «El dÃa quince y los siguientes las tropas de la División de Villa partieron de Torreón, con destino a Calera donde se llevaban a cabo desembarcos... « , Según Kann llegaron a Calera 11 brigadas integradas por 16,400 hombres con 18,000 fusiles y 42 fuerzas de artillerÃa.El Ingenio popular hizo la siguiente copla:« Y decÃa Francisco Villa en la estación de CaleraVamos a darle una mano a Don Pánfilo Natera»Los hombres de Villa antes de la batalla de Zacatecas permanecieron en al región, en Calera se acamparon algunos notables villistas, Trinidad RodrÃguez, Abraham Velarde, Domingo Arrieta y los hermanos Trillo, etc. Como interminable e inmóvil anaconda los trenes ocuparon la vÃa desde Pimienta hasta la estación de Calera, siendo uno de los carros el centro de mando de la División del Norte.El general Felipe Ãngeles (1869-1919) brillante militar de carrera del ejército porfirista, que abrazó con lealtad la causa revolucionaria, artillero excepcional que en mucho contribuyó a los triunfos de Villa, registró en su diario de campo el proceso de algunas batallas matizando sus escritos con descripciones muy vivas y humanas.Fragmentos tomados del diario del General Felipe Ãngeles:DÃa 19 de junio «El 19 en la mañana llegamos a Calera, está como a 25 km. De Zacatecas, ahà habÃan desembarcado las tropas que me precedieron y permanecÃan acampadas en las inmediaciones. Por la buena amistad y confianza que me dispensa el jefe de la División, tomé la iniciativa para hacer el reconocimiento y distribuir las tropas alrededor de Zacatecas, en posición cercana, de donde partieran para el ataque»."En la cima del pueblo cercano, vimos un panorama hermoso. A la derecha del valle de Calera y Fresnillo... muy grande y muy allá abajo, con muchos poblados disueltos por los rayos de la luz de la mañana, al frente un extremo de la ciudad de Zacatecas, entre los cerros del Grillo y de la Bufa: dos formidables posiciones fortificadas…""Nos retiramos al paso observándolo todo hacia San Vicente: allà nos parapetamos y sostuvimos un pequeño tiroteo de media hora, hasta que el enemigo se retiró en orden"."Fui a ver al Sr. General Herrera, le dije que no habÃa yo recibido órdenes para tomar el mando de las tropas; pero que le aconsejaba que se fuera a Cieneguilla, lugar no ocupado por las tropas con agua y forrajes, desde donde podÃa partir para el ataque cuando se le ordenara. Yo no conocÃa Cieneguilla más que por informe de mi guÃa y por la carta. Prometà al General Herrera visitarlo al dÃa siguiente para estudiar el terreno, desde el punto de vista del empleo de la artillerÃa y para resolverle cuando podÃa enviarle ..." ( ) Puga E. Raul. Serie Zacateca" en la Revolución. Gobierno del Estado de Zacatecas Tomo III pagina 23. 'Algo de la batalla: "Luego se oyó el tiroteo en el campamento de Calera, el General Urbina envió en nuestra ayuda al intrépido general Trinidad RodrÃguez con la brigada Cuauhtémoc que barrió al enemigo de los cerros de enfrente a donde subimos a aniquilarlo ..."Hasta aquà los comentarios del general Felipe Ãngeles sobre la toma de Zacatecas, en la que se menciona a Calera.En tanto Raúl E. Puga ( ) reseña: «El General Villa como lo habÃa anunciado, se presentó en Calera el dÃa 22, se entrevistó desde luego con su compadre Urbina y éste le expone el plan de ataque. Habla después con Ãngeles. Quiere ver sobre el terreno materialmente, cómo es que su gran artillero se propone desbaratar las fortificaciones enemigas"..Del reportaje que realizó Reginald Kann, corresponsal de guerra que hizo un viaje desde Nueva York para describir la batalla de Zacatecas en el periódico ILUSTRATION FRANCAISE, se extraen otros fragmentos:«Toda la noche y todo el dÃa transcurren y una noche más; marchamos a la velociÂdad de un caballo al paso. Se advierte al fin la torre del pueblo de Calera a cuarenta kilómetros de Zacatecas»«En Calera, no hallé ningún vehÃculo disponible, el ejército los habÃa requisado todos, fue preciso obligar a la pobre bestia a golpes de bastón a hacer un gran esfuerÂzo para que me llevara a las haciendas vecinas (ranchos). En una de ellas encontré un coche y dos hermosas mulas, ¡Que ganga!, cinco minutos más tarde rodábamos en trote alegre hacia el campo de batalla, pero al momento que pasábamos junto al tren vigésimo séptimo, en el lecho de un arroyo, el vehÃculo se volteó precipitándonos al cochero y a los viajeros al fondo. Nos levantamos sin mayores consecuencias pero una rueda se habÃa hecho pedazos. Daño irreparable!, afortunadamente el accidente se produjo en el lugar más conveniente; a unos metros solamente de la locomotora de adelante. Nuestra aflicción y nuestras súplicas movieron el corazón sensible del maquinista de cara sucia y consintió en enganchar la máquina en la cual montamos. Qué grande espectáculo nos esperaba en la última estación Pimienta!...»«Toda la artillerÃa del ejército está estacionada en los alrededores, vemos pasar, regresando hacia Calera, a la Brigada Robles, en pintoresco desorden.»Kann llegó a Zacatecas cuando ya habÃa terminado la batalla. Pasada la toma de Zacatecas, parte del contingente villista permaneció en estos lugares hasta después de la Convención de Aguascalientes.Desde los inicios de la lucha armada, hombres jóvenes de este municipio se dieÂron de alta, con maderistas y constitucionalistas entre los que sobrevivieron y se les reconoció su participación, fueron Jesús MartÃnez, Aurelio y Ãngel Rojero, Esteban Tejada y Enrique Nava. Otros murieron antes que el Gobierno de la República les reconociera como veteranos de la Revolución.dUna vez que fue anulado el huertismo, la misma fuerza de la revolución se dividió en facciones, en la Convención de Aguascalientes no pudieron llegar a un consenso que hubiera evitado más pérdidas de vidas. Todo el paÃs, y desde luego Zacatecas sufrieron las consecuencias de la lucha por el poder que se disputaban los caudillos, aunado esto a los años estériles, los alimentos se escasearon, se propagaron epide. mias que junto con la hambruna causaron gran número de vÃctimas.Como lenta pesadilla fue pasando aquella sucesión de calamidades, en el centro del paÃs los constituyentes se esforzaron por recoger en la Ley Suprema de 1917 las aspiraciones de justicia social y volver al paÃs a la vida institucional.EN CALERA SE HACE REVOLUCIONLas revoluciones no son las luchas armadas, ni las guerras civiles, éstas pueden ser una etapa de ellas. Son revoluciones los cambios que en las historias de los pueblos se han dado en las sociedades, en los gobiernos, en las formas de pensar, en 108 modos de trabajar y producir, también los progresos en las ciencias y en las artes.La revolución mexicana se inició con las inquietudes e inconformidades de los grupos mas humildes, que fueron expresadas por intelectuales sensibles, después vino una lucha armada que modificó las estructuras polÃticas, sociales y económicas que se habÃan integrado en la etapa porfirista.Desde la óptica que revolución es cambio, en el municipio de Calera se ha evoluÂcionado y revolucionado. U no de los cambios que generó la Revolución Mexicana fue la ampliación de la superficie con la dotación de parcelas, ejidos y colonias rurales.También hubo modificación social, algunas familias fundadoras emigraron y nuevas familias llegaron, estos movimientos sólo fueron reflejo de los acontecimientos regionales y nacionales.El cambio sociopolÃtico que sufrió el paÃs, y desde luego el estado, después de la lucha armada tuvo sus repercusiones en las ciudades, poblados y rancherÃas, Calera no fue la excepción.Los caudillos que hicieron la Revolución tuvieron dificultades para constituir nuevas estructuras e instituciones polÃtico-sociales para ejercer el poder, en Zacatecas desde 1911 que renunció el Gral. Porfirio DÃaz y que el Gobernador Francisco de Paula Zárate, se vio obligado a separarse del poder, ya que en Zacatecas tenÃa fuerte influencia maderista, hasta 1932 que tomó posesión el Gral. MatÃas Ramos Santos, se empezó a recuperar la estabilidad polÃtica, la gubernatura de Zacatecas se ejerció en más de cien efÃmeros perÃodos en los que se hicieron cargo de ella gobernadores interinos y constitucionales.La inestabilidad polÃtica propiciada en principio por las facciones beligerantes y terminada la lucha armada, la disputa por el poder en los altos, medios y bajos manÂdos, impidió que las actividades productivas tradicionales de Zacatecas: minerÃa, ganaderÃa y agricultura recuperaran el dinamismo que habÃan alcanzado en otras épocas, esta situación, aunada a la baja de precio de los metales, ocasionaron un rezago económico en Zacatecas, que ni el reparto de tierras pudo superar.La lucha por el poder retrasó también, el hacer proceso a través de planes y proÂgramas de gran cobertura, los ideales de justicia social y bienestar familiar, por los cuales se hizo la revolución. Los proyectos que desde las cúpulas oficiales se planeaÂban y emprendÃan, con frecuencia tropezaron con circunstancias diversas que impiÂdieron o limitaron su realización.En 1923 Y 1924 se hicieron presentes en la entidad las secuencias del enfrentaÂmiento entre los generales Ãlvaro Obregón Presidente de la República y Adolfo de la Huerta, que pretendÃa llegar por votación al cargo, las divisiones entre militares, polÃticos y hasta en civiles no se hicieron esperar y se dieron hasta en comunidades pequeñas como en Calera. De 1926 a 1929 el conflicto religioso nuevamente alteró la normalidad y el retraso de trabajo de la región; afortunadamente no se extendió por mucho tiempo.Fuente: libro Calera, VÃctor Rosales, "Una semblanza" de la Prof. Ma. Florencia RamÃrez Valerio----------------------------------------------------- --------------------------- ©2005 Gobierno de Calera 2004-2007 Calera, Zacatecas Mx.
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